martes, 26 de agosto de 2008

Cuando seas viejo...

 

WHEN YOU ARE OLD

When you are old and gray and full of sleep,
And nodding by the fire, take down this book,
And slowly read, and dream of the soft look
Your eyes had once, and of their shadows deep;

How many loved your moments of glad grace,
And loved your beauty with love false or true,
But one man loved the pilgrim soul in you,
And loved the sorrows of your changing face;

And bending down beside the glowing bars,
Murmur, a little sadly, how Love fled
And paced upon the mountains overhead
And hid his face amid a crowd of stars.

Yeats

 

lunes, 25 de agosto de 2008

Una oda de Ricardo Reis

Sigue tu destino,
riega tus plantas,
ama tus rosas.
El resto es la sombra
de árboles ajenos.

La realidad siempre es más o menos
de lo que nosotros queremos.
Sólo nosotros somos siempre
iguales a nosotros mismos.

Suave es vivir solo.
Grande y noble es siempre
vivir simplemente.
Deja el dolor en las aras
como exvoto a los dioses.

Mira de lejos la vida.
Nunca la interrogues.
Ella nada puede
decirte. La respuesta
está allende los dioses.

Mas serenamente
imita el Olimpo
en tu corazón.
Los dioses son dioses
porque no se piensan.

Ricardo Reis

domingo, 10 de agosto de 2008

Gothics, emos, darketos y demás ilusos

Puedo pensar en pocas cosas más patéticas que elaborar la imagen del mundo con un esquema pre-fabricado que curiosamente embona (o termina por embonar) en la expresión de modernidad respectiva ―no hay una modernidad, hay muchos proyectos de modernidad. La china es distinta que la latinoamericana, la estadounidense no es igual que la europea, etc... Los darketos japoneses difieren de los mexicanos, por ejemplo, y responden a tendencias de consumo distintas.

La expresión "imagen del mundo" no se refiere únicamente al exterior, como comúnmente lo llamamos, sino que, en palabras de Schopenhauer, tus manos, tu cabello, tu cuerpo ya son representaciones ―imágenes― del mundo que percibes. Todos estos sub-grupos construyen su realidad patéticamente; comienzan por ellos mismos: peinados característicos (supongo que todo salón de belleza debería tener revistas especiales para que los emos, darketos, punks, etc... pudieran escoger el suyo), ropa de ciertas marcas, colores, moños... cualquier cosa. La única justificación imaginable para su conducta es que somos animales sociales, necesitamos identificarnos con un grupo... bla, bla, bla... no me trago esas pendejadas. Ese happy thinking, "i love the world", "todos somos seres humanos en el fondo" es peligroso.

Lo que hay que evitar es caer en el error de ellos; con sus actitudes creen desafiar o probar algo. Pero eso no es lo alarmante: lo peligroso es cuando las masas comienzan a sentirse amenazadas por un corte de cabello o unos moños en la cabeza. La violencia generalizada en contra de los emos no es un acto de brutalidad descerebrada: refleja temor. Recordemos que ejercer la autoridad hasta el límite es signo de debilidad. Todo poder es simbólico: si lo ignoramos no significa nada, destruimos el símbolo. El fin de toda minoría fashion es provocar una reacción. La nada no provoca reacciones: tratémoslos como la nada que son. Aquí una genial imagen de Maddox.

La fragilidad del mundo


El mundo, no sólo el álgebra, es un preciso palacio de cristales. Construimos el mundo con imágenes; si despojamos a la realidad de sus símbolos no queda nada. Todo poder es simbólico: la autoridad ejercida al límite se convierte en impotencia. Un capataz con verdadero mando sólo tiene que hacer un gesto para que sus subordinados obedezcan: si descarga el látigo sabemos que es débil. Aquel que conoce la verdad sobre el mundo puede ser su destructor, un devorador de representaciones.

La literatura de opinión


Borges decía con acierto que hay que evitar introducir comentarios en la literatura. Al escribir no hay que pensar ni en Shakespeare, ni en Dante o Pessoa, Kafka... mucho menos en Borges. No sabemos lo que nos es dado escribir. Una literatura excesivamente pensada no sirve: la página en la que cada letra es indispensable, en la que restar algo significa disminución, es la página más débil. Las obras verdaderamente universales son capaces de transmitir su grandeza a pesar de malas traducciones, correctores, erratas... el ejemplo más poderoso es el Quijote.