Yo estoy detrás de mí:
fuerte callado de mí mismo,
para que no me vean mis ojos
para que no me oigan mis oídos.
Yo estoy detrás de mí:
fuerte callado de mí mismo.
A veces hay destellos de eternidad en los poetas menores. En este caso, dos versos: “Yo estoy detrás de mí: / fuerte callado de mi mismo”.